Predicción de la Euroliga: FC Barcelona vs Real Madrid

06.11.2025

Hay partidos que levantan expectación… y luego está esto. Barcelona – Real Madrid, en el Palau Blaugrana, por la Euroliga. No hace falta mirar la clasificación para saber que el aire va a estar cargado de electricidad. Son de esos días en los que el baloncesto se mezcla con el orgullo, la memoria y un toque de venganza deportiva que huele a clásico de los de verdad.

El 7 de noviembre, a las 20:30, el Palau será una caldera. Bufandas al viento, gradas rugiendo y cada punto peleado como si fuera el último. El Barça llega con ganas de hacer olvidar las últimas heridas que el Madrid le dejó en semifinales europeas; el Madrid, por su parte, aterriza en terreno enemigo con la confianza de quien ya sabe lo que es silenciar un pabellón entero.

Scariolo frente a Peñarroya. Tavares contra Vesely. Campazzo midiéndose con Laprovittola. Y, en medio de todo eso, una afición entregada que no va a dar ni un respiro al rival. Y es que no es solo un partido: aquí lo que vemos es una historia que vuelve a escribirse, una batalla con pasado y con promesas de dejar huella. El que gane no solo sumará una victoria… también dejará una cicatriz en el orgullo del otro.

Estado de forma actual

La Euroliga apenas ha echado a rodar, pero ya estamos presenciando partidos que marcan tendencia. Y este Clásico pinta a termómetro total para medir hacia dónde apunta cada gigante.

• El Barcelona llega con un balance 4–3, una mezcla de autoridad y dudas que lo hacen impredecible. Cuando vuela en ataque, es un espectáculo: 108 puntos al Valencia, recital ante Maccabi en Belgrado, Laprovittola inspirado y Vesely imponiendo respeto bajo el aro. Pero también ha tenido noches grises, como la caída ante Zalgiris en el Palau, donde se notó que si alguien le corta el ritmo, al Barça se le nubla la puntería. El equipo de Peñarroya buscó su mejor versión en Belgrado y pudo sobrevivir al duelo físico gracias al liderazgo de Shengelia y a un triplazo inverosímil de Clyburn, que coronó la remontada.

A estas alturas, el Clásico no solo es cuestión de sacar la mejor cara de cada equipo; es una llave hacia el top-6, ese territorio VIP donde se construyen las temporadas que acaban en Final Four. Ganar aquí significa media clasificación y, sobre todo, mandar un mensaje.

• El Real Madrid, por su parte, viene de despejar muchas dudas con una paliza a Fenerbahçe (84–58), lo cual nos recordó al Madrid más sólido de los últimos años. Scariolo, recién llegado al banquillo blanco, empieza a ver señales de lo que quiere: una defensa ordenada, posesiones largas y un Tavares que vuelve a ser un muro. El equipo ha pasado de las dudas al hambre competitiva, y eso, justo antes de un clásico, siempre asusta.

Y mientras el Palau Blaugrana se prepara para recibir al Madrid el 7 de noviembre a las 20:30, esta noche hay otro asunto que tiene a todos con el ojo pegado a la tele: el Barça se la juega contra el Partizan. Si gana, llegará al Clásico con el pecho hinchado y la moral por las nubes. Si tropieza… bueno, mañana lo contaremos como otro ingrediente picante más en la previa del partidazo.

Noticias del equipo y enfrentamientos anteriores

La Euroliga no da tregua, y en esta fase del año ya se empiezan a ver los colmillos. Tanto Barça como Madrid llegan con titulares recientes que han dado que hablar y añaden un puntito extra de tensión (y de morbo) al clásico europeo por excelencia.

FC Barcelona

El verano trajo movidas importantes en el Palau. La llegada de Tornike Shengelia ha metido músculo y experiencia en la zona, justo lo que Peñarroya pedía para darle más garra al equipo. Pero no todo es de color de rosa: la lesión de Juan Núñez, que venía siendo clave en la rotación exterior, ha obligado a tirar más de Laprovittola y Jokubaitis para manejar los tiempos del partido.

Aun así, en el vestuario reina el «sí se puede». El equipo sabe que cuando llega el Madrid, el Palau se convierte en una olla a presión. Y esa energía de la grada puede ser justo el empujón que les faltaba para pegar ese salto que llevan semanas buscando. Contra el Partizan, les ganaron el rebote, sí, pero tras el descanso, el Barça apretó atrás, afinó en ataque y sacó la victoria con sangre fría en el clutch. Señal de que cuando toca apretar, responden.

Real Madrid

En la capital, el cambio de ciclo también ha sido noticia. La llegada de Sergio Scariolo al banquillo ha transformado la identidad del equipo: más rigor táctico, defensa cerrada y ataques que apuestan por la paciencia. El Madrid viene de una victoria contundente frente a Fenerbahçe (84–58) que sirvió como carta de presentación del nuevo proyecto. Aun así, no todo es calma blanca: la salida de Bruno Fernando al Partizan ha dejado un hueco en la rotación interior que el cuerpo técnico intenta tapar con nuevas combinaciones entre Tavares, Hezonja y Deck.

El mensaje en el vestuario es claro: adaptarse rápido o quedarse atrás. Y, sabiendo cómo se crecen los de blanco en los partidos grandes, nadie en el Palau piensa que vayan a venir de paseo.

Enfrentamientos recientes entre ellos en la Euroliga

En los últimos seis duelos de Euroliga, el Madrid manda 4–2. Y no son victorias cualquiera: han ganado en Final Four, han asaltado el Palau un par de veces… Vamos, que los blancos han sabido aparecer cuando el termómetro sube. Eso sí, el Barça no se queda de brazos cruzados: cuando encuentran ritmo y empiezan a enchufar, el partido se les pone de cara e igualan cualquier batalla.

Así que, si miramos el historial reciente, el choque del 7 de noviembre pinta a lo que ya es costumbre: partida de ajedrez en toda regla, con dos estilos que chocan de frente. El Madrid, fiel al control, la defensa y el tempo pausado; el Barça, buscando velocidad, espacios y tiro exterior. Y aunque nadie se atreve a soltar un pronóstico claro, lo que sí parece seguro es que va a saltar chispa… y puede que alguna declaración de guerra para lo que queda de temporada.

Enfrentamientos tácticos

Cuando el Barça y el Madrid se cruzan, los nombres pesan, pero las ideas valen oro. Este Clásico promete ser una batalla de pizarras, de ajustes y de nervios templados. En el Palau se respirará esa tensión donde cada cambio defensivo puede ser una trampa, y cada bloqueo, una declaración de intenciones. Aquí no hay espacio para despistes: los duelos directos decidirán quién impone su estilo y, por tanto, el ritmo del partido.

Edy Tavares vs. Jan Veselý

El duelo interior huele a guerra. Tavares llega en modo intimidación, controlando la pintura y marcando el tono defensivo del Madrid. Veselý, con su movilidad y lectura del juego, buscará sacarlo del aro con bloqueos altos y pick&pop.

Si el Barça logra arrastrar al caboverdiano hacia fuera, habrá espacio para cortes y triples; si Tavares domina cerca del aro, el Madrid ganará rebote, control y, probablemente, el pulso del partido.

Facundo Campazzo vs. Nico Laprovittola / Tomáš Satoranský

Dos estilos opuestos frente a frente. Campazzo es el metrónomo blanco: paciencia, control y decisiones quirúrgicas. Laprovittola y Satoranský son la dualidad azulgrana perfecta. El primero pone el ritmo alto y enciende el Palau con su tiro, el segundo ofrece equilibrio y lectura.

Si el Barça impone velocidad y fluidez, el Madrid sufrirá en transición; si Campazzo consigue bajar el ritmo y controlar el tiempo de posesión, los de Scariolo estarán donde quieren estar.

Will Clyburn vs. Mario Hezonja

Duelos de talento puro. Clyburn es una amenaza constante en el uno contra uno, con capacidad para castigar cambios y anotar desde cualquier ángulo. Hezonja, exazulgrana, llega con ganas de dejar su firma en el Palau: poderoso físicamente y con mano caliente desde fuera.

Si el Barça logra que Clyburn ataque a Hezonja en el poste, puede sacar rédito en el mismatch; pero si el croata encuentra su tiro exterior temprano, el Madrid ganará una válvula ofensiva difícil de parar.

Tornike Shengelia vs. Trey Lyles / Usman Garuba

Duelo de fuerza y técnica. Shengelia se mueve entre el poste medio y el perímetro, con una lectura de juego que le permite pasar, tirar o atacar según la defensa. Lyles ofrece al Madrid una amenaza exterior desde la posición de cuatro, mientras Garuba sube el nivel físico y cambia casi todo en defensa.

Si Shengelia encuentra su sitio en el codo y conecta con los exteriores, el Barça gana fluidez; si el Madrid ajusta con Garuba y corta sus líneas de pase, el equipo de Scariolo impondrá su defensa.

Jugadores a seguir

En los clásicos de la Euroliga no hay margen para el despiste. Las estrellas lo saben y los secundarios lo intuyen. El clásico promete más que táctica y defensa: promete talento, instinto y ese punto de inspiración que separa una buena noche de una inolvidable.

• Will Clyburn: es el líder ofensivo azulgrana, un jugador completo y capaz de anotar desde cualquier punto, rompiendo defensas sin despeinarse.
• Tornike Shengelia: aporta equilibrio y veteranía, el enlace perfecto entre la pintura y el perímetro.
• Kevin Punter: es la chispa exterior, un ejecutor silencioso que puede cambiar un partido con dos posesiones seguidas.

Al otro lado, el Real Madrid mezcla veteranía y nuevas piezas que empiezan a dar de qué hablar.

• Chuma Okeke: es la gran novedad blanca; un todoterreno que defiende, corre y amenaza desde fuera con una confianza creciente.
• Facundo Campazzo: sigue siendo el metrónomo del equipo, el que marca el ritmo y enciende al Madrid cuando el partido se calienta.
• Mario Hezonja: llega en modo revancha, dispuesto a brillar en el Palau y recordar por qué su talento es tan imprevisible como letal.

Nuestra predicción experta

Todo indica que viviremos un duelo igualado, pero el factor Palau y el momento ofensivo de Clyburn podrían darle una ligera ventaja al Barcelona. Aun así, el Madrid sabe moverse en partidos calientes. En resumen: victoria ajustada azulgrana. Mantente al día de las cuotas y pronósticos en Tonybet.